Una desconexión violenta de todo lo que te domestica.
No nací libre.
Nací programado.
Como tú. Como todos.
Estudié lo que me dijeron que estudiara.
Me metí en un trabajo mecánico, literal.
Pasaba los días arreglando coches…
mientras por dentro yo también estaba roto.
Tenía un sueldo.
Un horario.
Y 0 euros en la cuenta.
Pero lo más jodido:
0 sentido en lo que hacía.
Me levantaba con el piloto automático.
Sobrevivía de lunes a viernes.
Y el fin de semana intentaba olvidar que el lunes volvía.
Eso no era vida.
Era Esclavitud maquillada.
Y un día, exploté.
No de rabia.
De claridad.
Vi el sistema como era:
Una cadena bien diseñada.
Un juego donde siempre pierdes… si sigues las reglas.
Y decidí salirme.
No fue bonito.
No fue rápido.
No fue fácil.
Tuve que romper creencias, relaciones, seguridades.
Tuve que reinventarme desde cero.
Tuve que fracasar, cagarla, volver a levantarme.
Pero hoy te hablo desde otro lugar.
No desde el éxito.
Desde la libertad.
Vivo donde quiero.
Gano dinero sin ser esclavo de un jefe ni de una oficina.
Comparto lo que soy sin filtros.
Y lo más importante:
No necesito anestesiarme cada domingo por la tarde.
Esta no es una historia de éxito.
Es una historia de fuga.
Y si tú también quieres escapar…
no te voy a dar motivación.
Te voy a dar fuego.
Vale y ahora te estaras preguntando... ¿y esto a mí qué coño me aporta?
O dicho más suave: ¿Qué es UNPLUGGED y por qué debería importarme?
El movimiento UNPLUGGED es una desconexión violenta.
De lo que creías que eras.
De lo que te dijeron que tenías que ser.
De todo lo que el sistema metió en tu cabeza para que vivieras obediente, callado y apagado.
Te prometo que no vas a volver a mirar tu vida con los mismos ojos.
Y que después de esto, no vas a poder hacerte el dormido.
Esto es para los que ya no aguantan más. Para los que intuyen que hay algo más… y están dispuestos a romperlo todo para descubrirlo.